jueves, 2 de abril de 2009

¿Tetis o Thetis...?



















En la mitología griega, Tetis (en griego antiguo Τηθύς Têthys, ‘niñera’, ‘abuela’ o ‘tía’), hija de Urano y Gea, es una titánide y diosa del mar, al mismo tiempo hermana y esposa de Océano. Fue madre de los principales ríos del mundo conocidos por los griegos, como el Nilo, el Alfeo, el Meandro, y de unas tres mil hijas llamadas las oceánides. Considerada una personificación de las aguas del mundo, también puede ser vista como equivalente a Talasa, la personificación del mar. Aunque estos vestigios indican un papel importante en épocas primitivas, Tetis no desempeña virtualmente papel alguno en los textos griegos conservados, ni en registros históricos de la religión y los cultos griegos. Una de las pocas representaciones de Tetis que ha sido identificada con seguridad gracias a la inscripción que la acompaña es el mosaico del siglo IV de unas termas en Antioquía. En este mosaico, el busto de Tetis (rodeada de peces) surge de las aguas con los hombros desnudos. De su frente brotan alas grises. Sin embargo, no hay registros de cultos activos a Tetis en época histórica.

Tetis ha sido confundida a veces con otra diosa marina del mismo nombre, la nereida Tetis o Thetis, la de los pies de plata, es una ninfa, es decir, una de las cincuenta nereidas, hijas del anciano dios de los mares, Nereo, y de Doris, y nieta de la titánide. La mayoría del material existente sobre Tetis concierne a su papel de madre de Aquiles, aunque en gran medida es una criatura de fantasía más que una diosa.




















En la Ilíada, Homero pone en boca de Aquiles su importancia legitimidizadora del reino de Zeus contra una incipiente rebelión de otros tres dioses olímpicos, todos ellos con raíces más antiguas:

“...te gloriabas de haber evitado, tú sola entre los inmortales, una afrentosa desgracia a Zeus, que amontona las sombrías nubes, cuando quisieron atarle, Hera, Poseidón y Palas Atenea. Tú, oh diosa, acudiste y le libraste de las ataduras, y sentada entonces al lado de Zeus, ufano de su gloria; temiéronle los bienaventurados dioses y desistieron de su propósito...”

En otro fragmento de un poeta espartano del siglo VII a. C. Tetis aparece como un demiurgo, participando en la creación del cosmos a través de un camino jalonado, en el que se escalonan la oscuridad, el sol y la luna; esta cosmogonía resulta interesante no sólo porque recoge especulaciones astronómicas y teológicas propias de Oriente Próximo, sino también porque sus principios son los elementos básicos de una competición que refleja las preocupaciones atléticas de la sociedad espartana. Dado que Tetis es la madre de Aquiles, el héroe griego por excelencia, podría ser que Tetis también fuera el timbre de importancia de la adolescencia aristocrática entre los aqueos.












Apolodoro de Damasco escribió que Tetis fue una vez cortejada tanto por Zeus como por Poseidón y como amante del propio Zeus se ve representada por Ingres, aunque después fuera dada en matrimonio al mortal Peleo, rey de los Mirmidones, en virtud de una profecía que auguraba que su hijo destacaría sobre su padre. Así, Tetis figura como madre de Aquiles, fruto de su enlace con Peleo. Los dioses enviaron a Iris, como mensajera de los dioses para encontrar un mortal que quisiese unirse a Tetis. Iris fue a ver al centauro Quirón, uno de los más famosos sabios de la antigüedad, que más tarde sería tutor de Aquiles. Entre los discípulos de Quirón destacaba por su hermosura, inteligencia y valentía el joven Peleo, hijo de Éaco, a quien tenía en gran estima. Peleo cortejó a Tetis pero ésta, sintiéndose humillada por la imposición de los dioses, le rechazó. Ante esto Quirón aconsejó a Peleo que buscase a la ninfa del mar cuando estuviera dormida en la cueva a la que solía ir, y la atase fuertemente para evitar que escapase cambiando de forma. Peleo se mantuvo firme y Tetis consintió en casarse con él, aunque sin amor.

La boda de Tetis y Peleo se celebró en el monte Pelión y a ella asistieron todas las deidades: allí los dioses celebraron el matrimonio con un banquete. Según cuenta Píndaro, Apolo tocó la lira y las Musas cantaron; en la boda Quirón le regaló a Peleo una lanza de madera de fresno y Poseidón dos caballos inmortales llamados Balio y Janto. Sin embargo Eris, la diosa de la discordia, no había sido invitada. En venganza, arrojó una manzana dorada en la que lucía una leyenda que decía «para la más hermosa». Según el mito aqueo, la subsiguiente disputa entre varias diosas por tener tal honor llevó al Juicio de Paris y terminó ocasionando la Guerra de Troya.



















Tetis y Peleo tuvieron varios hijos, pero Tetis, apenas nacían, los asfixiaba para que no heredaran rasgos mortales de su padre. En una variante de este mito, Tetis intentó hacer invulnerable a Aquiles sumergiéndole en las aguas prodigiosas de la laguna Estigia, que separa el reino de los vivos del de los muertos. Sin embargo, el talón por que le sujetó no fue protegido por las aguas, y ese resultó ser su punto débil dando además nombre al tendón inferior de la pierna. Curiosamente, en la narración de la Ilíada, Homero no menciona esta debilidad del talón de Aquiles, seguramente por ser un mito de dominio público, ya en esa época. La profecía decía que el hijo de Tetis tendría una vida larga pero aburrida, o gloriosa pero corta. Cuando estalló la guerra de Troya, Tetis estaba preocupada y ocultó a Aquiles en la corte de Licomedes, disfrazado de mujer. Pero de todas formas terminó acudiendo con el resto de los griegos. Viendo que no podría evitar que su hijo cumpliese su destino, Tetis hizo que Hefesto forjase un escudo y una armadura, a cambio de favores sexuales, pero luego rehusó pagarle esos placeres que le había prometido a cambio. Cuando Paris mató a Aquiles, Tetis vino del mar con las Nereidas para llorar su muerte, y guardó sus cenizas en una urna de oro, levantó un monumento en su memoria e instituyó unas fiestas conmemorativas.


3 comentarios:

Fujur dijo...

Una, algo más que curiosa, historia sobre cuál es el significado de "Tethys", el mar que cubrió buena parte de Europa, someramente, hasta el Cretácico. El Tethys histórico fue, por así decirlo, padre y madre de nuestro mar Mediterráneo, al mismo tiempo, pues, madre del Egeo.

curiosidades, ilustradas, una vez más, con un genial post tuyo Maestro ;-)

El llano Galvín dijo...

Magnífico post!! No conocía la primera versión del mito de Tetis y debo reconocer que me ha sorprendido bastante.
Últimamente escribes a una velocidad pasmosa, me es imposible seguirte, en cualquier caso siempre interesante.
Un saludo!!!

M.Monís dijo...

Fujur, creo que los estudiosos de la deriva de los continetes se debieron inspira más en la Tetis primigenia que en la nereida, que al fin y al cabo no era más que otro putón de los dioses (el cuadro de Ingres es bastante expresivo al respecto, dejando al margen la lúbrica imaginación de Ingres, tan al gusto de la época)

Lo del Egeo es otra cosa, de la que hablaremos en su momento.

Gracias, no obstante,por tus constantes elogios que sabes te agradezco (dentro de la infinita vanidad de los hombres,o así...)

Galvín, celebro heber refrescado tu memoria mitológica; lamento lo de la velocidad, pero la vida es así de dura.

Saludos para tí!